domingo, 19 de febrero de 2017

1.1.3 VALORES ÉTICOS FUNDAMENTALES

El resultado de todo proceso valorativo culmina en el otorgamiento de un valor. Pero, además, hay valores de distinta naturaleza, pues podemos valorar a una persona por su belleza, por asistir a la misa dominical o por su honestidad, de donde se deduce que en cada caso le estamos atribuyen-do valores estéticos, religiosos y morales.

Los valores éticos son estructuras de nuestro pensamiento que mantenemos pre configuradas en nuestro cerebro como especie humana de cara a nuestra supervivencia. Los valores éticos son medios adecuados para conseguir nuestras finalidad. 

Los valores éticos, a diferencia de los que no lo son, dependen de la libertad humana: una persona puede no ser justa, negando la exigencia universal de justicia. Y porque dependen de la libertad, los valores éticos sólo pueden atribuirse a las personas, no a las cosas: un paisaje puede ser bello pero no justo, unas deportivas pueden ser cómodos pero no buenas en sentido moral. Valores éticos: implican un deber hacer. Todos los valores comportan un deber ser: es deseable ser alegre, ser enérgico, ser útil.
 Pero los valores éticos, además de éste deber ser implican uno deber hacer, son una prescripción o norma que tenemos que cumplir.

Ética y valores I. Yolanda Ángulo Parra. Editorial Santillana, S.A. de C.V.
 “Ética y valores”. Lourdes Much. Editorial trillas






VERDAD
El significado empírico de la verdad: puesto de manifiesto por el amplio y rápido desarrollo de las ciencias positivas. Aquí la verdad coincide con la verificabilidad; es verdad lo que es comprobable y cuantificable, pero en la superación de todo monismo positivista. La veracidad es /virtud moral. Como tal es actitud de toda la persona: disposición de la libertad, que yo soy, a la verdad. Y es virtud social, que abre a los demás, cualificando y promoviendo las relaciones. La veracidad es virtud de fidelidad: fidelidad a la verdad y en la verdad.









LIBERTAD
Desde un punto de vista ético la libertad humana se puede definir como la “autodeterminación axiológica.” Esto significa que una persona libre se convierte, por ese mismo hecho, en el verdadero autor de su conducta, pues él mismo la determina en función de los valores que previamente ha asimilado. Cuando no se da la libertad –o se da en forma disminuida– entonces el sujeto actúa impedido por otros factores, circunstancias y personas, de modo que ya no puede decirse que es el verdadero autor de su propia conducta. De acuerdo con esto se dice que la condición previa de la libertad en un individuo es la captación y asimilación de los valores. En la medida en que un individuo amplía su horizonte axiológico podrá ampliar paralelamente el campo de su propia libertad. Y en la medida en que una persona permanezca ciega a ciertos valores, se puede decir que posee una limitación en su libertad




RESPONSABILIDAD
La humanidad ha realizado enormes avances tecnológicos, pero la propia tecnología ha generado nuevos problemas y desafíos. La responsabilidad hace referencia al hecho de que se le pidan cuentas a una persona por las consecuencias negativas de algo que ha realizado o dejado de realizar, o se le reconozcan las consecuencias positivas. La responsabilidad, como valor ético, tiene que ver con las consecuencias justas o injustas.








JUSTICIA
Históricamente ha recibido muchas formulaciones, siendo la más clásica la de Ulpiano, al decir que la justicia consiste en “dar a cada uno lo suyo”. Las tradiciones liberal y social que confluyen en la Declaración Universal de los Derechos Humanos acabarán reconociendo que la justicia consiste en “dar a cada uno las condiciones para vivir en libertad y en igualdad”. En realidad la justicia es un valor que articula los restantes: el respeto a la libertad y su potenciación, el fomento de la igualdad, la realización de la solidaridad, el respeto a las diversas formas de vida, la toma de decisiones comunes a través del diálogo de manera responsable. Cuando se da todo eso, entonces se da la justicia.




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